"Soy tan poderoso, estoy tan cargado de vida exultante, que borbota desde lo más profundo de mí un sí absoluto a la vida. Un niño que viene al mundo, una nueva vida que llega al banquete cósmico, debe ser saludado con un trago de vino y un himno dionisíaco. El aborto es cosa de miedosos, cómodos, mezquinos y cobardes. El gran Zaratustra no es un abortista"
No hay comentarios:
Publicar un comentario